La Junta de Andalucía comprará para sus hospitales el fármaco más barato de cada indicación y lo hará por el método de subasta. La medida, que hasta ahora venía aplicando el Ejecutivo andaluz para surtir a sus farmacias, salta también ahora a los medicamentos más complejos, aquellos que se utilizan en los centros hospitalarios.
Con este polémico sistema de compra de medicamentos para enfermedades graves, la Junta de Andalucía pretende adquirir para todos sus hospitales únicamente un principio activo para cada indicación terapéutica. Para ello, la Junta ha agrupado a los fármacos, incluso con distinto principio activo, en lo que ha llamado "equivalentes terapéuticos", de los que solamente comprará uno de ellos. El resto de opciones terapéuticas para cada patología subastada no estarán disponibles en los hospitales andaluces y los médicos no podrán usarlo en sus pacientes.
Ahora, el ejecutivo andaluz ha conseguido tras varios litigios judiciales sacar adelante su primera adjudicación de medicamentos hospitalarios por este sistema. Aunque, la mayoría de los laboratorios farmacéuticos han dado la espalda a la Junta. El servicio andaluz de salud sacó a subasta la adjudicación de 22 tipos de medicamentos y únicamente ocho compañías farmacéuticas, de las cerca de 200 que están presentes en nuestro país, se presentaron al concurso.
Además, de los 22 medicamentos subastados, los ocho laboratorios presentes sólo ofertaron a nueve de los posibles, con lo que hasta 13 conjuntos de medicamentos han quedado desiertos. Entre los medicamentos que han quedado desiertos en esta convocatoria se encuentran los utilizados para enfermedades más graves, como distintos tipos de cáncer o productos biológicos para la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante. La subasta para este tipo de fármacos había originado una fuerte oposición tanto de los profesionales médicos como de las asociaciones de pacientes, que consideraban una discriminación este sistema respecto al resto de hospitales del país. La medida, de hecho, fue recurrida ante los tribunales por la patronal Farmaindustria, varios laboratorios a título individual, y diversas asociaciones de pacientes.
Oncólogos, en contra
Los propios oncólogos, a través de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) calificó la medida de "disparate y muy grave", además de considerar "una aberración" tomar la decisión "comparando sólo el precio en fármacos contra el cáncer". Finalmente, la Junta ha conseguido adjudicar las llamadas alternativas terapéuticas equivalentes (ATE) en tratamientos para la hemofilia, la epoetina utilizada en pacientes con enfermedad renal crónica, diversas hormonas del crecimiento, la toxina botulínica o derivados del ácido folínico.
La Junta pretendía ahorrar con este sistema entre 3 y 4 millones de euros al año, pero al haber adjudicado apenas 9 de los 22 conjuntos de medicamentos licitados el ahorro será mucho menor. Entre los laboratorios adjudicatarios destacan los nombres de Sandoz, la filial de genéricos de Novartis, y Normon.
FUENTE: EL ECONOMISTA