En Andalucía se consume un 18% del total de genéricos de toda España, según los fabricantes. La Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg) agrupa a todos los laboratorios de fármacos que representan en España en ventas el 96 por ciento del total. Por tanto, ellos se consideran los interlocutores válidos de la industria del genérico y piden sentarse a dialogar con la Junta para tratar el tema de las subastas exclusivas.
Desde esta asociación creen firmemente en que los medicamentos de este tipo suponen una disminución muy importante del gasto farmacéutico. Los genéricos aportan un ahorro considerable en la factura, reduciendo de forma efectiva el coste de los medicamentos entre un 30 y un 50 por ciento, según los cálculos de la propia asociación.
En lo que no creen es en la subasta andaluza de medicamentos «en la que ni nos hemos presentado ni con toda probabilidad nos vamos a presentar incluso si el Tribunal Constitucional le diera la razón a la Junta de Andalucía y fallara a su favor», señala el director general de Aeseg, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda. Cabe recordar que la subasta de medicamentos es una medida única de la Junta de Andalucía, no existe en otra comunidad, que se llevó a cabo en 2012 y que está recurrida ante el Tribunal Constitucional porque el Gobierno Central cree que se atribuye competencias que no le corresponden.
La principal diferencia frente a los precios de referencia –que es la subasta que se practica en el resto de España–, es que en Andalucía el laboratorio adjudicatario tiene la exclusiva de ese medicamento y no permite al paciente poder elegir entre varias marcas de genéricos en la farmacia. Rodríguez de la Cuerda aclara que no hubo un acuerdo corporativo entre las compañías asociadas para no presentarse a ninguna de las siete subastas habidas, sino que cada laboratorio de forma libre y voluntaria argumentó una razón distinta, desde los que creían que mientras estuvieran recurridas ante el Constitucional podrían crearles inseguridad jurídica, pasando por los que desde el primer momento vieron que este sistema no produciría el ahorro estimado, hasta otras compañías que no querían presentarse en España con precios diferentes según comunidades sino unificados.
Un motivo en el que coincidían todas, señala el director general de Aeseg, es que «la exclusividad va contra la libre competencia, porque la beneficiada va en detrimento de las demás». «¿Quiénes se han presentado entonces a las subastas?, pues pequeños laboratorios, sin apenas infraestructuras, y lo que ha ocurrido es que a los dos meses de poner los fármacos en la calle ha habido desabastecimiento, que en algunos casos ha llegado al 60 por ciento, porque al ser empresas pequeñitas dejaron de suministrar» se pregunta y responde Rodríguez de la Cuerda.
«Nosotros, conscientes de que lo importante son los pacientes, y que estamos ante un tema delicado como es la salud de los enfermos, siempre que ha habido desabastecimiento y a pesar de no habernos presentado a las subastas, hemos puesto nuestros productos a disposición, prosigue. «En las subastas andaluzas aparecieron otras compañías extranjeras, que nunca habían trabajado en España, como la eslovaca Krka, que facturan en Andalucía y luego retornan el dinero a Eslovenia, actúan de forma oportunista para vender, pero no aportan nada al PIB, ni invierten aquí en trabajo, ni en productividad, ni en desarrollo…» se queja el farmacéutico.
«Nosotros estamos, por el contrario comprometidos con el empleo, nuestras compañías dan trabajo a 8.000 personas de forma directa y 26.000 indirectas. Siete de cada 10 medicamentos genéricos consumidos en España son producidos dentro de nuestras fronteras. Un 3,5% de su facturación se invierte en I+D. Una situación que no encuentra contrapartida en las compañías adjudicatarias de las subasta andaluza. La mayor parte de los laboratorios seleccionados son exclusivamente comercializadores, con una mínima cuota de participación y contribución al tejido industrial español y al PIB», añade el director gerente de la patronal de laboratorios de genéricos.
Invertir responsablemente
«Por tanto, nuestras empresas que han estado invirtiendo responsablemente, no son partidarias de que se dé la exclusiva a una única compañía y no a todas, además de que el paciente no pueda elegir entre un laboratorio u otro como ocurre en el resto de España», añade. «Las subastas andaluzas no han conseguido el ahorro que ellos preveían, como incluso reconocen; al ciudadano andaluz lo trata como de segunda categoría, al no darle la misma oportunidad de acceder a todos los medicamentos como el resto de España y tercero, los precios de referencia producen el mismo ahorro o más y funcionan en todo el territorio, al igual que la revisión de precios menores que se hace todos los meses con los precios más bajos», argumenta el representante de los mayores fabricantes de genéricos de España.
«Nosotros no podemos ir a un concurso con un riesgo jurídico como que el Tribunal Constitucional falle en contra y eso que perdemos el 18 por ciento del mercado de toda España, que es lo que representa el consumo de genéricos de Andalucía. En la subasta de medicamentos de la Junta de Andalucía, todo son problemas, ni el paciente tiene ventajas, ni la Administración porque no ahorra lo esperado y la industria porque pierde una parte muy importante de sus ventas», concluye.
FUENTE: ABC